Se presenta como una verdad que no admite discusión que los muertos que produjo el terremoto de 1944 fueron 10.000. Es una cifra que hasta es citada en tesis universitarias, sin embargo no hay ningún indicio documental que avale esta cifra y lo que es más grave ningún trabajo acorde con la demografía histórica que permita validar esta cifra. Es un número que desde hace décadas venimos repitiendo y que no tiene ningún respaldo científico.

Cuando tratamos de reconstruir la cifra sobre el número de víctimas lo podemos hacer desde diferentes puntos de vista, uno de ellos es teniendo en cuenta el número de heridos y desde allí calcular el número de decesos. Existe un dato muy seguro y es que en Mendoza fueron atendidos un poco más de 2.000 heridos graves durante los días posteriores al sismo, de ellos 77 habían fallecido luego de cumplirse el primer mes del suceso. A Mendoza solo fueron trasladados los heridos en peor estado, muchos otros fueron atendidos por los servicios de emergencia que se instalaron en la misma ciudad de San Juan. Puede calcularse que por cada herido grave se produjeron dos leves, lo que haría un total de 4.000 en estas últimas condiciones. Sumados los heridos graves y leves tendríamos 6.000 personas afectadas.

Las estadísticas médicas llevadas por los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, conflicto que es contemporáneo al terremoto, demuestran que para sus soldados que entraron en combate, se produjeron dos heridos por cada fallecido. La proporción debe ser más alta entre los que padecieron el terremoto, porque transcurrieron muchas horas hasta que se pudo organizar un servicio sanitario que los contuviese a todos.

Transcurrieron 11 horas hasta que el primer convoy ferroviario pudo partir hacia Mendoza conduciendo los primeros 250 heridos. Durante esas horas terribles muchos debieron fallecer sin ningún tipo de atención, en cambio durante el conflicto mundial los servicios hospitalarios estadounidenses eran excelentes y no pasaba mucho tiempo sin que los afectados fueran retirados del campo de batalla para ser cuidados eficientemente. Es por eso que la proporción de heridos y fallecidos durante el sismo debe ser superior al del conflicto militar. De acuerdo con las estadísticas militares 6.000 heridos habrían producido 3.000 muertos, pero nuestro número de decesos debe haber sido considerablemente más alto. De acuerdo con el índice estadístico que empleemos los muertos que produjo el terremoto de 1944 deben calcularse entre 3.500 y 5.000.

Este mínimo y máximo de decesos debe imprescindiblemente ser corroborado por algún tipo de documentación de validez histórica.

Precisamente un artículo de primera página del diario El Mercurio de Chile expresa: ‘Santiago de Chile, viernes 21 de enero de 1944, (Agencia Reuters), A medida que las cuadrillas prosiguen la remoción de los escombros aumenta el número de los muertos en el desastre de San Juan. Sobrepasan a 4.000 los cadáveres incinerados hasta ahora en una gran pira que arde continuamente en el cementerio de los Desamparados. Los médicos prosiguen la evacuación de los sobrevivientes para evitar la epidemia de tifus dado que la atmósfera se torna irrespirable con el olor que despiden los cadáveres que permanecen aún bajo los escombros cuya remoción se ha intensificado con la llegada de conscriptos zapadores y pontoneros‘. Posteriormente citando otro cable de Reuters, El Mercurio informa que ‘El balance de las víctimas del desastre de San Juan sigue aumentando constantemente a medida que la remoción de los escombros descubre nuevos cadáveres. Hasta el momento han sido cremados mas de 3.500 cadáveres y varios otros centenares han sido sepultados‘.

Finalmente en esa misma edición y citando esta vez un cable de la agencia Associated Press se indica: ‘Las autoridades anunciaron oficialmente que 3.500 cadáveres han sido incinerados después del devastador terremoto que destruyó la ciudad‘, según apareció escrito.