En la tarde de Nochebuena, Mauricio Muñoz se enteró que había fallecido, víctima de un infarto, en Buenos Aires su entrenador Daniel Saucedo. Ante la infausta noticia, el promotor Osvaldo Rivero le pidió a Rubén Ojeda que se haga cargo de la preparación del boxeador ranqueado mundialmente, quien podría pelear por el título durante el año próximo.