Según estudios realizados el 80% de las mujeres está disconforme con su peso, cuerpo o forma.
El 70% hace, hizo o hará dieta.
El 25% de los adolescentes tiene vulnerabilidad para adquirir este tipo de patologías.
El 40% de las mujeres jóvenes de la Argentina sufre desórdenes alimentarios.
El 80% de las personas que cursa con sobrepeso u obesidad tienen un trastorno alimentario.
¿Qué hacer si se sospecha que un joven padece algún tipo de trastorno alimentario?
 
Lo mejor que puede hacer la familia ante la sospecha de alguno de estos síntomas, es acercarse a una institución que la trate para informarse de cómo es la enfermedad y cuál es la mejor forma de abordarla. La primera misión de los padres es informarse.
Los profesionales del Centro Vitta enumeran algunas pautas para estar atento a las actitudes de jóvenes y poder prevenir:
 
<BF>* <XB>Tienen ciertos rituales con la comida. Las personas con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) toman costumbres especiales para comer, por ejemplo: jugar con la comida en el palto, la separan en pedazos y van seleccionando pequeños bocados, también restringen numerosos alimentos.
* <XB>Atención al peso, en caso de detectar un descenso o ascenso brusco de peso será preciso explicarles que es necesario consultar con algún especialista.
 
<BF>* <XB>Generar confianza. Las personas con TCA suelen esconder varias de sus conductas, ocultar comida, excederse en las ingestas, mentir para ocultar su desorden y descontrol. Los padres deben generar la confianza necesaria con sus hijos para que puedan trasmitirles lo que pasa.