“Nunca lo vi (al ladrón), sólo sentí cómo me agarró por detrás y me puso el arma. Me dijo que me quedara tranquila y que hiciera como si no pasaba nada. Nunca viví una cosa así, fue de terror”, dijo ayer Raquel Solazzo, la empleada doméstica de Juan José Chica, sorprendida y reducida por los delincuentes cuando llegaba a la casa del funcionario.

En su casa de Desamparados y a través de una reja, la mujer que desde hace poco más de un mes trabajaba en la casa de Chica, comentó que tiene miedo de salir a la calle sola después de lo que sucedió. “No tengo muchas ganas de recordar lo que me pasó ayer (por el lunes), porque fue horrible. Estoy algo golpeada porque me arrastraron desde la pieza al baño para encerrarnos y tengo algunas marcas en las piernas por los alambres”, dijo escuetamente Solazzo, mirando permanentemente hacia el piso, como perdida. Tras esas breves declaraciones la mujer se excusó de dar mayores detalles y su marido Héctor (en la imagen describiendo cómo sorprendieron a su mujer) aseguró que “lo único que queremos ahora es que se relaje y salga a caminar para despejarse”.