Polémico, transgresor, casi siempre de mal humor, duro. El que no conoció en profundidad a Francisco Bustelo Graffigna, podría decir todas esas cosas de él. Quienes lo conocimos, podemos agregar que también fue bondadoso, solidario, pícaro, dedicado, profesional, y siempre preocupado por los problemas de la gente que trabajó con él.

“Hacé el programa, pero si lo hacés mal, no solamente te echo, hasta me voy a cruzar de vereda cuando te vea en la calle para no saludarte”, me dijo cuando le presentamos la idea de empezar a hacer un programa político junto a los periodistas Leonardo Domínguez y Gastón Sugo, hace ya demasiados años.

No quiero decir mucho más, porque hay muchísimo más. Solamente voy a contar una anécdota que lo pinta de cuerpo entero, y con eso me quiero quedar: Eran las elecciones de 2.003, y con Leonardo, Gastón y Marcela Sosa, quién ya estaba en el programa, armamos un debate de candidatos a Gobernador. El gobernador era Wbaldino Acosta. Creo que Leo hizo contacto con Wbaldino Acosta, o la gente de él, para que asistiera al debate. Por supuesto, le dijeron que el gobernador no debatía.

Decidimos seguir adelante con el debate y armamos una promo que decía más o menos esto: “El sábado, debaten en Radio Colón José Luis Gioja y Roberto Basualdo, los únicos candidatos con chances de llegar a la gobernación de San Juan”. Se armó lío, obviamente. Nos llamaron y dijimos que el debate se hacía igual, y que la promo seguía al aire. Le llamaron a Bustelo, que era el director, pero la promo siguió y el debate se hizo.

Bustelo fue un precursor de la radio, un intelectual que entendía el lenguaje radial como muy pocos lo hacen, su trabajo trascendió fronteras, se adelantó siempre, veía la capacidad en la gente y la estrujaba, como debe hacer un buen editor. Enseñaba, amaba a quién se dejaba enseñar. No quiero hacer más de lo que me corresponde, pero por todo eso y mucho más, yo simplemente le digo, gracias.