“Tengo que agradecerle al boxeo que me sacó de la calle. Me salvó. Yo crecí entre gente buena y mala. Si no fuera por el boxeo, tal vez estaría preso”.
“Carlos Biassotti, siempre me gustó. Cuando salimos campeones me metí a la cancha para pedirle la camiseta y cuando llegué ya se la habían sacado”.
“Quiero ser campeón mundial para que a mi hijo no le falte todo lo que me faltó a mí, especialmente el cariño de un padre. Todos los días lo llevo a la escuela”.
