Después de conocer que en el 2010 tendrán el menor incremento de coparticipación de los últimos cinco años, los intendentes se declararon ayer muy cautelosos y con dudas frente a la posibilidad de hacer obra pública con esa plata. Advirtieron que no saben si les alcanzará para ejecutar lo que tenían proyectado. Sin embargo, las quejas de otros años desaparecieron y reconocieron que la crisis obliga a limitar gastos. Lo intendentes ven que la obra pública se podría resentir. Marcelo Lima, de la Capital, aseguró que apuestan a que venga dinero de la Nación y el nuevejulino Walberto Allende aseguró que “vamos a estar muy complicados, porque los costos de obra subieron mucho”. Cristian Andino, de San Martín, dijo que buscarán una vía alternativa en la Nación y Elías Alvarez, de Rivadavia, respondió que van a estar “muy justos”. Desde Calingasta, Roberto Garcés señaló que “hay que ver si alcanza para obras o si cubre nada más que la inflación y la suba de sueldos de este año”. Todos se mostraron comprensivos frente al cuadro de situación. Más, cuando durante este año no se vieron alcanzados por la baja de la coparticipación nacional, ya que recibieron montos fijos. Lima aseguró que “los recursos que recibe la provincia se resintieron y es entendible que afecte a los municipios”; mientras que Garcés dijo que “todos vamos a tener que ajustarnos”. Andino sostuvo que “el gobierno está haciendo un esfuerzo grande”, Alvarez aseguró que “es lo que hay en un contexto de crisis” y Allende opinó que en función de la coyuntura, “asegurarnos estos montos nos deja tranquilos”.
