En el documento que suscribirán Cristina Kirchner y Sebastián Piñera, cada país se compromete a realizar por cuenta propia una serie de obras complementarias al paso internacional. De lado argentino, Vialidad Nacional está pavimentando en estos momentos la ruta 150 y los trabajos llegarán, por ahora, hasta 12 kilómetros antes de la embocadura del túnel. Mientras que Chile tiene por pavimentar unos 60 kilómetros hasta la embocadura, hacer el cruce de la ruta 5 y construir un bypass para entrar al puerto de Coquimbo, además de la ampliación del mismo para que puedan ingresar grandes embarcaciones. Uno de los temas que resta definir es el del control aduanero que tendrá el paso internacional, que servirá de salida de toda la producción del Sur de Brasil y el centro argentino que vaya destinada al mercado asiático. Las posibilidades que evalúan en el Ebitan son dos. La primera, hacer un control aduanero unificado y resolver de qué lado estará. La otra, concebida como una obra más cara, es que cada país construya su propia aduana.
