Esta mañana, cuando se dirigían al cambio de guardia en su tarea en la central hidroeléctrica de Caracoles, tres hombres vieron cómo una docena de perros atacaba a un indefenso guanaco a orillas del camino. De inmediato frenaron, espantaron a la jauría y custodiaron al animal hasta su rescate.

 

El auxilio fue casi milagroso, debido a que el guanaco ya había sufrido varias mordeduras que le dejaron profundas heridas.

 

 

 

 

El guardia Alejandro, el operador Andrés y el chófer Óscar viajaban abandonaron la camioneta y mientras uno de ellos avisó a la Policía y a personal de la Secretaría de Ambiente sobre la situación, los otros dos se quedaron al lado del guanaco custodiándolo.

 

 

 

 

Finalmente, las autoridades llegaron al lugar y se encargaron del animal herido.