Por Angel Jozami – Agencia Télam El gobierno de España ha puesto fin a su resistencia y, presionada al extremo por la Unión Europea y EEUU, ha terminado solicitando el rescate de sus bancos y, por extensión, quedar bajo el control económico de Bruselas. La rendición de Madrid se ha procesado ayer bajo la forma de un pedido de España a los ministros de Finanzas de la Eurozona para recapitalizar el sistema bancario español. Aunque el ministro de Economía español, Luis de Guindos, puso el acento en que se trata de una ayuda que no supone condicionalidad alguna a la economía española, el director-gerente del fondo de rescate europeo (FEEF), Klaus Regling, advirtió que ‘todas las ayudas van unidas a una condicionalidad apropiada‘. Lo que en buen romance significa que España queda, a partir de esta solicitud, atrapada en las redes de las ayudas financieras de la Eurozona ya que su acceso a los mercados secundarios de deuda estarán vetados por su situación de nuevo paria económico europeo. Quedan ahora por examinar las condiciones del paquete de ayuda, pues el acuerdo implicaría el final del acceso de España a los mercados de deuda pública. Una hipotética caída del sistema financiero y de la economía de España sería, en opinión de todos los expertos y gobernantes de las potencias mundiales, el inicio del desplome de Italia y, por esta vía, del conjunto de la Eurozona y de la Unión Europea (UE).
