Frente a la posibilidad de situaciones que obligan a la suspensión de las actividades escolares es necesario prever estrategias de aprendizaje innovadoras que aprovechen los medios alternativos.

Existen escuelas con capacidad instalada, tanto material como humana, y docentes capacitados para el uso de tecnologías de información y comunicación (TICs). También hay que mencionar que hay programas educativos que se emiten por televisión.

Se pueden hacer adecuaciones curriculares y diseñar actividades institucionales extraescolares, pero las crisis significan grandes oportunidades para empezar a cambiar.

Como conclusión, digamos que un número determinado de días de clases no garantizan un servicio educativo de calidad.