Para la Presidenta, aquella recomendación que le hizo el titular de Economía en 2008 de capturar los ahorros privados de los jubilados en las AFJP para ayudar a engordar el gasto público ha sido suficiente carta de presentación para Amado Boudou. Ella consideró que ese traspaso ha sido un hito de su gobierno y acá está el premio, en consecuencia. Sin embargo, el hecho de haber prescindido de un gobernador o de alguien con mayor pasado peronista y sin considerar para nada los antecedentes liberales del ministro, le aporta a la designación un innegable ruido partidario. Más allá del suspenso para generar más expectativas, el nombre del elegido fue preservado hasta el final por Cristina, no tanto para jugar con el efecto sorpresa o tener en vilo a la oposición, sino como una cuestión táctica puertas para adentro. Lo cierto es que con casi todas las designaciones se han privilegiado las nuevas lealtades, por encima de la desconfianza que a los K les despierta el peronismo tradicional. En este avance sobre el PJ, el corte más profundo se hizo sobre Buenos Aires, que paradójicamente debería ser el distrito que más votos le aporte a CFK en octubre. Agencia Télam
