ROJO Víctor Pérez / Instructor de manejo “En San Juan no se maneja bien, pese a que quienes enseñamos a conducir, insistimos en el respeto de las señales y el uso del cinturón de seguridad. De todos modos, en la práctica nos damos cuenta con nuestros alumnos que a veces lo que les decimos resulta contradictorio, porque por ejemplo, hacemos hincapié en parar en las esquinas y nadie lo hace, entonces el que cumple con frenar, puede ser víctima de un choque de los autos que vienen detrás. Lo mismo ocurre con los que estacionan en doble fila o con los que no respetan la prioridad de paso, entre otras malas costumbres arraigadas en los sanjuaninos. Estoy seguro que esto podría mejorarse con un control las exhaustivo por parte de las autoridades´´. ROJO Sandra Sambrano de Castro / Instructora de manejo “La gran mayoría de la gente desconoce las leyes y reglamentos de tránsito, algo fundamental para conducir bien. Por ejemplo, no saben que con la nueva ley de la Agencia Nacional de Seguridad Vial es obligatorio el uso de las luces bajas, las 24 horas del día, en cualquier calle del territorio argentino. La idea no es prenderlas solo para ver en la noche, sino para ser visto por los demás y así evitar accidentes. Este es sólo un caso de los cientos de fallas que hay. Inclusive a ese desconocimiento se suman la falta de respeto por cuestiones básicas como la prioridad en calles principales y las diferencias con calles secundarias, el paso en las rotondas, las velocidades urbanas, etc.´´. AMARILLO Abel Hernández / Comisario de la División de Tránsito “Estamos en una etapa de crecimiento como conductores: el sanjuanino ha tomado un poco de conciencia respecto del uso de los elementos de seguridad como el casco, el cinturón, las luces en las rutas. De todos modos, no es suficiente. Todavía falta, especialmente en la generación de más de 45 años que aún hoy siguen teniendo resistencia a respetar las señales viales, los niveles de alcohol en sangre y otros aspectos fundamentales como el no estacionar en doble fila o el accionar el guiñe. De hecho, los jóvenes -aunque son muchas veces los protagonistas de accidentes fatales- manejan mejor que sus padres y que los adultos en general. El drama con estos adultos es que se quedaron en la época en que aprendieron a manejar, pero hoy los autos son distintos y hay más en la calle. Creo que sería un gran aporte para evitar accidentes que los conductores pasaran por un examen psicológico al momento de obtener el carnet. Al menos podría ayudar para que reaccionaran distinto ante una mala maniobra o un error de otra persona al volante”.
