Varios estudios clínicos demostraron que las partículas de sal pueden ayudar a reducir la inflamación respiratoria causada por el líquido en los tejidos, en las obstrucciones en los bronquios. La popularidad de la terapia de la sal apareció en el siglo XIX, cuando se observó que los trabajadores de las minas de sal en Polonia tenían menos problemas respiratorios que el resto de la población. Luego, en los años 90, algunos científicos intentaron reproducir estas condiciones en la superficie. Es entonces cuando se estableció el primer centro de curación en Polonia, Wieliczka, para tratar las diversas enfermedades respiratorias, especialmente el asma.
El poder curativo de la sal también se observó al final de la Segunda Guerra Mundial en los refugios subterráneos. Luego se abrieron sanatorios para los asmáticos en las cuevas de sal natural en Alemania, Suiza, Hungría, Bulgaria y Yugoslavia.