El arzobispo de San Juan, Jorge Lozano, afirmó que fue el propio José "Pepe" Ortega quien se comunicó telefónicamente el sábado por la tarde con él, para comunicarle de la divulgación de una conversación que mantuvo por Whatsapp con un adulto joven, en la que la seducción fue creciendo al punto que el sacerdote se fotografió en ropa interior y hubo una propuesta de encuentro real, que no se concretó. Ortega se disculpó a través de un video y renunció como párroco del templo de Santa Teresita, aunque le manifestó a Lozano que pretende seguir siendo sacerdote y la máxima autoridad católica local expresó que lo acompañará en un doble camino que acordaron que deberá realizar. Lozano afirmó que "la primera noticia fue de sorpresa y preocupación. Fue una comunicación telefónica y luego nos encontramos (con Ortega) el mismo sábado a la noche, para conversar más extensamente. Él está viviendo esto con mucho dolor y arrepentimiento. Viendo de qué modo encaminar algunas soluciones que le ayuden por un lado a hacer un camino de conversión y además de sanar su interioridad en lo que esto implica también como aceptación de una propuesta de vida desencajada de lo que son sus opciones explícitas más importantes".



-¿Cómo será ese camino?

-Estamos definiendo, no lo hemos hecho totalmente porque esto lleva tiempo, buscar un camino donde simultáneamente se puedan dar dos cosas. Por un lado, algo que le ayude a él a una revisión de vida desde la fe, en el camino de la conversión, y a su vez, que también pueda encontrar herramientas que le ayuden a ver como entender, desde la psicología, lo que él ha estado viviendo, lo que ha sucedido, para tener también elementos que le ayuden en el plano que hace a la estructura de la personalidad y lograr una madurez afectiva en ese plano.



-¿Hay un protocolo de la institución para estos casos o usted apela a su experiencia?

-Tenemos experiencias que se han realizado en otras diócesis y equipos que han estudiado, pero un protocolo propiamente no. Eso es en caso de posibles abusos de menores o cuando hay un delito de ese tipo. En estas cuestiones, tenemos orientaciones y criterios generales que cada obispo los va aplicando de acuerdo a la gravedad de la situación y de las disponibilidades de las personas, en este caso el padre Pepe. Y ahí lo vamos conversando tanto con él como con personas que puedan ayudar a pensar este itinerario a recorrer.



-Dijo que es en función de la gravedad de la situación. ¿Cómo califica a esta situación?

-No la puedo calificar, poniéndole una nota del uno al diez. No hay elementos comparativos para decir si es mayor o menor. Queda sí circunscripto al ámbito de las opciones personales, en cuanto a su vínculo virtual con una persona adulta del mismo sexo. Eso reviste seriedad en cuanto a sus opciones fundamentales, pero no sé decir si es muy grave o poco grave. Sí que es una cuestión seria que implica consecuencias en lo inmediato, que fue la conveniencia de dejar el cargo que tenía de párroco y otros oficios, y él mismo lo expresó de esta manera, para poder dedicarse de lleno a encontrar el camino que le ayude al crecimiento. No se trata de un tiempo sin hacer nada, sino más bien de ir proponiéndose metas y objetivos que interiormente pueda ir trabajando.



-¿Hablaron si continuará como sacerdote?

-Lo hemos charlado y él expresamente me ha dicho que su intención no era dejar la vida sacerdotal sino ver cómo solucionar o superar esta situación de incoherencia. Quiere seguir como sacerdote y lo ayudaremos. A medida que se vaya dedicando a esto le permitirá volver en algún momento a ejercer el ministerio. El tiempo que esto le lleve dependerá tanto de él como de las personas que iremos ayudándolo.



-Luego de la sorpresa inicial, ¿cuál es su lectura?

-A modo de reflexión, estuve pensando en estos días que por un lado incoherencias hubo siempre en la vida de la Iglesia, desde los 12 apóstoles que Jesús mismo eligió. Uno lo traicionó y otros lo abandonaron en el momento más importante. Pero a su vez esos mismos fueron capaces de genialidades. Y a lo largo de los siglos hemos tenido grandes pecadores y grandes santos. A mí particularmente no me sorprende que nos encontremos con el pecado, sí me duele y me parece que debemos profundizar mucho todos, especialmente los consagrados, nuestra adhesión al mensaje de Jesús reconociendo nuestras fragilidades, debilidades, pecados y confiando que nos podemos acompañar unos a otros para vivir con alegría esta hermosa vocación que el Señor nos ha regalado.



-Hace dos meses separó a otro sacerdote (Walter Bustos), por una denuncia de abuso.

-Son dos situaciones distintas. Una que acontece más en el ámbito familiar y se está desarrollando en el plano de la Justicia. Este otro episodio no es algo judicializable sino que hace más bien al ámbito de las opciones personales. Yo no lo veo como concatenado salvo que las dos situaciones provocan dolor en la comunidad y eso sí es algo a tener en cuenta y alentar en la esperanza y en el seguir rezando y creciendo en la entrega generosa de la vida.

Lozano x 2

Entiendo que la sociedad a todos nosotros, hablo del ámbito de la Iglesia, nos quiere con una vida íntegra y coherente en nuestra manera de obrar con lo que predicamos y hacemos.
En eso tenemos una exigencia importante para desarrollar.

"Hoy es importante avanzar en el camino de la reconversión que ya comenzó debido al arrepentimiento manifiesto (de Ortega) y también darse cuenta realmente del daño que esto ha provocado en la misma comunidad, la sorpresa y el dolor en la feligresía".