En septiembre de 2014, el poblado jachallero de San Roque denunció que el agua que consumía estaba contaminada con arsénico (ver aparte). Ahora, esa historia se repite, pero en Mogna. Es por esto que la Justicia determinó que la vecinal, que tenía a cargo la administración del agua, deje de proveer este servicio y que la Municipalidad lleve diariamente camiones con este líquido, en buen estado. A la vez, OSSE deberá buscar una solución definitiva a este conflicto. El suministro de agua que llega a Mogna proviene del Río Jáchal, un afluente que históricamente tuvo restos de arsénico. Desde el municipio aclararon que esto no tiene nada que ver con el derrame de Veladero. Dijeron además que a los vecinos nunca les faltó el servicio.
María Graciela Cabrera y Lorenzo Valadez, dos vecinos de Mogna, impulsaron la denuncia, en representación de las 400 personas que viven en ese lugar. Fue tras un informe emitido por la Universidad Nacional de Cuyo que acredita que el agua que consume la población moquinera se encuentra contaminada. Es que según los resultados de esos análisis el agua (del río) que la vecinal extraía hasta la planta por un pozo (ver infografía), tenía un alto contenido de arsénico, es decir 0,069 mg/litro, cuando el límite permitido por la Organización Mundial de la Salud es del 0,05 mg/litro (ver aparte).
Según Diego Seguí, el abogado que representó a los vecinos ante Pablo Oritja, el titular de la Segunda Circunscripción Judicial con asiento en el Departamento de Jáchal, no hay moquineros que tengan problemas de salud, pero temen que esto pueda traer consecuencias. Fue por esto, que el letrado emitió una medida cautelar y decidió que la Municipalidad abastezca al pueblo. ‘Mandamos camiones que están aptos para el traslado de agua potable‘, dijo Miguel Vega, el intendente de Jáchal. El funcionario contó que los camiones cisternas llenan el piletón de la vecinal para que el líquido llegue a cada una de las viviendas.
Por su parte, Sergio Ruiz, el presidente de OSSE, dijo que ‘nosotros vamos a hacer un estudio con el Instituto Nacional del Agua para saber si puede haber una fuente de agua cercana que satisfaga la necesidad y que esté en buenas condiciones. Pero es importante destacar que no somos los prestatario del servicio‘. A su vez explicó que como sucedió en San Roque, buscarán una solución definitiva, pero aún evalúan cuál. Es que la vez anterior las fuentes de agua estaban más cercanas (a 1,5km), en cambio Mogna está a más de 100 km de San José.