Es como un auto compacto que va y viene por los pasillos exteriores del Centro Cívico manejado por una sola persona, que es la misma que hace la limpieza. De pronto, y ante la mirada expectante y sorprendida de los transeúntes, frena y comienza a transformarse en una especie de robot gigante que extiende su brazo eléctrico hasta que su conductor llega a tocar los altos techos y vigas de la construcción. Una vez allí, el hombre empieza a pasar su trapo por los zócalos y los vidrios, que están a más de 5 metros de altura, sin el menor esfuerzo y como si estuviera al ras del suelo. Se trata de una novedosa plataforma eléctrica que la empresa encargada de la limpieza del edificio empezó a usar hace algunos días y que simplifica y agiliza la tarea de sus empleados. Y se suma a otra novedades tecnológicas vistas en la ciudad: el brazo hidráulico que recolectará la basura de Capital y el brazo mecánico que usa la Policía para remover los autos infractores.

Este aparato tiene cuatro ruedas que le permiten avanzar y hacer marcha atrás, puede girar sobre su eje a 180 grados para un lado y para el otro, puede extender su brazo unos 15 metros hacia arriba y también moverlo hacia adelante y hacia atrás, y todo lo hace con un solo operador. Este se mete con sus secadores, mopas, baldes y plumeros en una cómoda canasta metálica ubicada en el extremo del brazo y, de acuerdo a su conveniencia, va presionando los botones que tiene en un tablero digital. Con este dispositivo, esa misma persona limpia paredes, techos, parasoles y ventanas en tiempo récord.

"Antes teníamos que usar andamios y se necesitaba cuatro empleados: dos para sostenerlos y moverlos y los otros dos se subían a ellos para limpiar. No podían moverse mucho y sólo abarcaban un pequeño sector, por lo que tenían que estar bajando y subiendo para correr el andamio y limpiar otro tramo", contó la encargada del personal de la empresa de limpieza, Adriana Seminenga. Ahora, sólo un empleado maneja la máquina, la pone donde quiere y la va moviendo de acuerdo a la necesidad, mientras que sus compañeros se pueden dedicar a otras tareas.

Y las ventajas no sólo se limitan a la ocupación de menor cantidad de personas y mayor agilidad de movimientos. Con la nueva plataforma, además, se puede hacer las mismas tareas en un tercio del tiempo que lo que se demoraba con los andamios. "Antes tardábamos una semana en dar la vuelta al Centro Cívico limpiando las ventanas, otra para limpiar las vigas y otra para hidrolavar las paredes. Ahora, con la grúa damos tres vueltas al edificio en una semana", comentó Seminenga.

Para usarlo, tres de los casi cincuenta empleados de la empresa de limpieza que trabajan en el Cívico fueron capacitados para manejar el aparato en turnos rotativos. Lo operan durante el día y por la noche lo enchufan para cargarle la batería como si fuera un celular. "Es una gran ventaja tenerlo porque nos hace más sencillo un trabajo que es bastante complicado y nos permite llegar a lugares que antes no podíamos llegar ni siquiera con los caños extensibles porque era peligroso estirarse en los andamios. Acá no hay peligro porque vas bien seguro en la canasta", dijo la encargada.