La historia policial de San Juan tiene otros casos anteriores de personas que mataron a ladrones que intentaron robarles en sus domicilios.

* 25 de diciembre del 2007. Esa noche, en pleno festejos por la Navidad, Pablo Molina mató de un disparo en la cabeza a Leonardo Daniel Suárez, de 16 años, en el barrio 15 de Mayo, en Trinidad. El jovencito había cruzado la reja de la vivienda y forzaba la puerta de la cocina para ingresar. Adentro estaba Molina con su mujer y su beba. Como el delincuente seguía empeñado en entrar, el dueño de casa sacó su pistola 9 milímetros y disparó a través de una pequeña ventana. El balazo le atravesó la cabeza a Suárez. Esa madrugada, una muchedumbre -amigos y vecinos del muerto- destruyeron y quemaron la vivienda de los Molina.

* 28 de mayo del 2004. Era de madrugada cuando un ladrón llegó hasta la casa de la familia Quijano en calle 5, cerca de San Miguel, Pocito. El sujeto comenzó a empujar la puerta, mientras el dueño de casa, Juan Quijano, estaba en el comedor. Su mujer y sus hijos ya dormían. Presintió que era un ladrón, entonces tomó su escopeta calibre 16. Cuando el desconocido abrió la puerta, Quijano le disparó un escopetazo. El delincuente recibió el impacto en el cuello y murió. El ladrón se llamaba José Santander, de 28 años.

* 24 de mayo de 2004. Fue en una finca de calle 11, cerca de ruta 40, en Pocito. Ahí vivía el productor Juan Sansó, quien se despertó de madrugada al oír el ruido por la presencia de extraños en su propiedad. Eran dos ladrones que querían entrar a su casa. El dueño buscó su escopeta y largó unos disparos por la ventana. Uno de los disparos terminó con la vida de Esteban Santiago, un joven de 18 años de Caucete. Otro hombre luego fue detenido por la policía.

* 22 de febrero de 2004. Un delincuente terminó muerto en el techo de una casa de los lotes de Villa Fiorito, en Las Chacritas, 9 de Julio. El hecho también ocurrió de noche. Dos ladrones entraron a esa vivienda, pero fueron sorprendidos por el agricultor Francisco Espósito -yerno del dueño de casa-, quien les disparó con su escopeta. Esa noche Juan Antonio Peñaloza, de 25 años, fue herido. Aún así intentó escapar, pero quedó muerto arriba del techo. Se dijo que estaba armado.

* 27 de enero del 2003. Sucedió en una casa del barrio Porres, en Capital. Víctor Richard dormía con su familia cuando escucharon ruidos en el jardín. Dos ladrones habían trepado a la reja y se disponían a forzar la puerta de su casa, según la versión policial. El dueño de casa buscó su rifle calibre 22 y desde adentro empezó a gritar que iba a llamar a la policía y que se fueran. Los desconocidos no le hicieron caso y Richard largó alrededor de 8 disparos a través de la puerta. El destino de algunos de esos disparos fue Mario Aguilera, de 27 años, quien murió cuando intentaba escapar.