Dentro de los anticonceptivos los más conocidos y utilizados encontramos los anticonceptivos orales (pastillas) y los de barrera como es el caso del preservativo. Sin embargo existen otros métodos para el control sexual como:

* Parche transdérmico: Consiste en la aplicación de 3 parches, durante 3 semanas (uno cada 7 días) y una semana de descanso, cuando se presenta la menstruación. El parche, similar a una tirita de 4,5 cm. y menos de 1 cm de grosor debe colocarse en una zona del cuerpo limpia.

* Inyecciones: Es una fórmula de aplicación mensual, actúa de forma similar a la píldora. Su eficacia es potente y es fácilmente reversible. Su punto débil es que pueden provocar irregularidades en el ciclo menstrual.

* Implante subcutáneo: Se trata de una pequeña varilla de aproximadamente 4 cm. de longitud que contiene un gestágeno, como hormona única, que va liberándose lentamente produciendo la anticoncepción. Se coloca en el antebrazo, debajo de la piel mediante una mínima incisión indolora.

* Ligadura de trompas: Actualmente, puede hacerse por dos vías: la tradicional, que requiere una intervención quirúrgica en toda regla con anestesia e ingreso y, la más novedosa, que se realiza por medio de histeroscopía a través del útero. Este método no es reversible.

* De emergencia: También conocida como la píldora del día después no es considerada un método anticonceptivo al uso, sino una solución de emergencia en el caso de que haya fallado el primer método. Los especialistas señalan que su eficacia no es igual a la de los anticonceptivos