Fue siesta de estrenos para San Martín porque Lucas Oviedo y Claudio Graf arrancaron desde el minuto cero como titulares en el mediocampo y en el ataque verdinegro. A la hora del balance final, por lo mostrado por uno y otro, Oviedo -el ex San Martín de Tucumán- fue el que saldó con signo positivo su estreno mientras que Graf -el ex atacante de Gimnasia- quedó en deuda por más voluntad que tuvo. En el primer tiempo y tirado casi como volante central bien adelantado, Oviedo fue de lo más clarito a la hora de generar juego en Concepción. Con dinámica, con mucha movilidad, Oviedo fue atrevido, decidido y consciente de que el fútbol que pudiera tener San Martín iba a depender de su juego. Intentó siempre, la pidió, la buscó. En el complemento, cuando Argentinos presionó más arriba, ya Oviedo no tuvo el mismo espacio para jugar y tuvo que mostrar otra faceta: el sacrificio. Se juntó a Bustos para pelear el medio y terminó agotado. Para Claudio Graf, el rendimiento colectivo de San Martín terminó conspirando contra su juego. No lo pudieron abastecer como lo necesita para explotar sus dotes de goleador. Así y todo, intentó con más claridad en la primera parte y tuvo una chance que el mismo se armó, recostándose hacia atrás y rematando fuerte pero desviado. En la segunda parte, entró en un duelo estéril contra el árbitro Trucco hasta terminar reemplazado y sabiendo que no se vio lo mejor de su versión en la opaca tarde de Concepción.
