No es equivocado afirmar que el pabellón donde hoy funcionan los consultorios externos de Traumatología es el origen mismo del Hospital Rawson. Allí fue donde, en el año 1911, nació la primera sala de cirugía de la provincia. Con el tiempo, fue cobrando prestigio como un lugar de vanguardia de la medicina, a través de la práctica de tratamientos novedosos para la época en que se usaron. Precisamente en el subsuelo de ese pabellón, todavía se puede ver el enorme piletón que causó una verdadera revolución en la década del 50, para la práctica de la hidroterapia. Otro tanto ocurrió con el sector de Ortopedia, que también funcionaba en el mismo subsuelo. Allí se fabricaban toda clase de elementos ortopédicos que se aplicaban a los pacientes del Hospital Rawson.

Otro dato para enriquecer la historia es que este fue el primer servicio público de Traumatología y se inauguró en 1924. El nombre del médico Ramón Peñafort, primer traumatólogo de la provincia, está indisolublemente ligado al servicio de Traumatología, ya que fue gracias a su trabajo que se materializaron los principales adelantos en el sector. En el año 1989, el nombre de Ramón Peñafort fue impuesto al servicio, en homenaje a su labor.

Cuando en el año 2005 comenzó a circular la noticia de que el pabellón sería demolido para dar paso al nuevo Hospital Rawson, se alzaron desde diversos sectores muchas voces en contra. Incluso la Municipalidad de la Capital sancionó una ordenanza para detener esta acción. Finalmente, se decidió rescatar todo elemento con valor histórico que pudiera haber en el pabellón y preservarlo para el futuro museo del Hospital Rawson, que funcionará en el antiguo edificio, sobre Avenida Rawson.