Medio millón de mujeres mueren por cáncer de mama cada año. Pero el 90 por ciento de estas muertes no tienen nada que ver con el BRCA1. Eso es porque la mayoría de las mujeres no tienen este gen mutado. A su vez esta afección hereditaria no supera el 5 por ciento del total de cánceres de mama, y la gran mayoría de los diagnósticos positivos se hace en mujeres sin ningún antecedente familiar (mas del 70 por ciento) o con algún antecedente no de primera línea (ni madre ni hermana).
Por esto es que las mujeres con historial familiar de esta enfermedad están "obligadas’ a realizarse los controles, pero las que no tienen esos antecedentes, no se deben descuidar con las mamografía anuales.
Los programas de detección precoz (mamografías, ecografías y eventualmente resonancia magnética) han logrado reducir la mortalidad por este mal entre un 30 a un 50 por ciento. Por otra parte este tipo de estudios realizados regularmente detectan un tumor, si apareciera, con no más de 1 centímetro, cuando es curable en más del 90 por ciento de los casos.