Para los amantes de la naturaleza, Aruba es una isla ideal. Ni hablar de aquellos que mueren por las reservas naturales. Allí podrán encontrar el Parque Nacional Arikok, repleto de sitios históricos, formaciones geológicas, flora y fauna autóctona, dibujos hechos por los indígenas Catequio que tiene por lo menos mil años.
El parque comprende el Mount Jamonota, el único punto más alto de la isla que tiene 189 metros, cuevas subterráneas, especies como el divi-divi (árbol autóctono), cactus raros, entre otros. Entre la fauna se encuentran la serpiente cascabel y la víbora con ojos de gato, lagartos, entre otros.
Allí también se encuentra Boca Grandi, una caleta semicircular protegida por arrecifes con vientos de orilla que la convierten e un lugar popular para el windsurf.