Sobre el final, cuando vino el cuarto gol de 9 de Julio e iban 42 minutos de la segunda etapa, el partido se debió suspender por tres minutos. La hinchada de Unión se enardeció de bronca y comenzó a insultar al árbitro Daniel González y a los jugadores de 9 de Julio. Incluso el número diez del local, Omar Sánchez, estuvo en el piso por unos minutos acusando un golpe en la cabeza. Aparentemente de un proyectil proveniente de la tribuna visitante.

Por ello, y debido a que restaban pocos minutos para finalizar el encuentro, se paró el partido y la policía comenzó a sacar del estadio a los hinchas Azules quienes se colgaron en la tela a insultar más, tiraron puñados de tierra y algunas botellas.

Por suerte los efectivos policiales pudieron controlar todo y no pasó a mayores por lo que se finalizó el encuentro sin inconvenientes.

Desde la comisaría 11ra. de 9 de Julio informaron que no hubo nada que lamentar, ni heridos ni destrozos. El colectivo de los hinchas fue escoltado hasta Calle cinco, y desde ahí solos se dirigieron al estadio.