Desde muy temprano las calles de La Boca se fueron colmando de hinchas, entre ellos muchos turistas, que estoicos soportaron la lluvia que en forma torrencial comenzó antes del mediodía. Cuando se abrieron las puertas de la cancha, pasadas las 12, miles de personas ingresaron a La Bombonera. Los cacheos se realizaron sin problemas y los mayores inconvenientes para el público fueron que el barrio de La Boca con el diluvio se inundó y cruzar una calle llegó a tornarse en una verdadera pesadilla.

Ya en la cancha todo fue multicolor, con banderas, cantos y ansiedad por empezar a ver correr la pelota en el superclásico. La bandera que más llamó la atención fue una que colgaron los hinchas de Boca que decía: “Ahumada: Gracias por tanta sinceridad”, en relación a la famosa frase de “silencio atroz” del volante central de River. Luego el malestar de los hinchas por la decisión de Baldassi de suspender el superclásico se hizo sentir con insultos hacia el árbitro, pese a que el sentido común indicaba que era la decisión correcta.