La defensa del abogado Santiago Graffigna, que ejercen Rolando Lozano y Fernando Rahmé, pidió la detención domiciliaria del acusado por entender que sus condiciones de encierro actuales son peligrosas para su salud.
Graffigna está en la Regional Sur, pero sus abogados plantearon que debe ser trasladado y acompañaron una serie de estudios médicos y psiquiátricos para reforzar su posición.
Primero le corrieron vista al fiscal Carlos Rodríguez, quien tras decidir si le da curso o no, lo deberá girar a la jueza María Inés Rosselot.