Su lesión “Me ayudó muchísimo en la recuperación el kinesiólogo Franco Chancay, que me lo recomendaron las hermanas Ojeda y que trabaja en la Primera local de Desamparados y también estuvo en otros clubes. Además, me debe una punta de espalda para diez personas que apostamos porque me dijo que no hacía ni un gol el domingo”. La relación con Franco “Tenía una relación de jugador a técnico y nada más. Nos saludábamos y punto. Con su sistema por ahí no tenía tanta libertad como ahora con el esquema de Garnero, que puedo salir más seguido del área y buscar las infracciones”.
