�Según cálculos privados del sector se estima que lo que se ha dejado de plantar de ajo en San Juan significa unos 28 millones de dólares de ingresos por la caída de la exportación, de los cuales, aseguran que entre el 50 o 60 % es mano de obra. Los que antes plantaban ajos han migrado a hortalizas para mercado interno.