Antes de reabrir, los boliches sanjuaninos habían pasado dos fines de semana seguidos sin funcionar. Y ni el regreso dejó un saldo positivo: según el presidente de la Cámara de Bolicheros, Martín Azcona, la recaudación fue bajísima porque se contó con un 80 por ciento menos de concurrencia de la que normalmente se registraba antes de la gripe porcina. Y que se suma a las pérdidas del sector, ocasionadas por el cierre temporal de los locales. De todos modos, Azcona sostuvo que los propietarios de los locales bailables por el momento no quieren hablar de pérdidas económicas ni hacer ningún tipo de balance.
Desde principios de este mes los boliches permanecieron cerrados por la emergencia sanitaria. La decisión fue tomada por la comisión interministerial que sigue de cerca el avance de la gripe A, para evitar la propagación de la pandemia. Estos locales estuvieron sin funcionar por dos fines de semana consecutivos, provocando algunos trastornos financieros para sus propietarios. "A pesar del cierre temporal de los boliches igual tuvimos que seguir pagando impuestos, alquileres y sueldos -dijo Azcona-. Pero de todos modos no queremos hacer cálculos ni hablar de pérdidas todavía".
Según Azcona, recién cuando pase el furor de la gripe A, los bolicheros se reunirán para hacer un balance de la actividad durante el período de la pandemia. Sostuvo que, a pesar de que el jueves pasado la comisión interministerial levantó la restricción a los boliches y estos volvieron a funcionar, "falta bastante tiempo para que la actividad se normalice".
El presidente de la Cámara de Bolicheros contó que durante la primera noche de reapertura los boliche tuvieron sólo un 20 por ciento de la concurrencia habitual antes de la pandemia. "Vamos a necesitar por lo menos unos cuatro fines de semana más para que la actividad se aproxime a los niveles que tuvo antes de la gripe A -dijo Azcona-. Si bien los boliches ya funcionan, los chicos prefieren seguir evitando las posibilidades de contagiarse de gripe porcina".

