El Roly es uno de esos futbolistas tocados por la varita mágica. Nunca hizo inferiores y en un abrir y cerrar de ojos se encontró jugando en Primera. En el año ´86 fue a un campeonato nocturno en San Martín y allí Alianza le puso el ojo. Estaba claro que traía el fútbol en la sangre y los dotes de su padre, Pedro Rodríguez. Así ingresó al mundo del fútbol mientras trabajaba en una farmacia. Era la etapa de Vicente De Gaetano como presidente lechuzo.

En el equipo de Santa Lucía jugó una temporada en cuarta división y de allí se fue a Concepción para probarse. Con 19 años y el ok del entrenador de ese momento Jorge Mazzali, comenzó el amor hacia la verdinegra, ya que con un solo partido en cuarta, lo convocaron para la primera.

En San Martín vivió desde adentro sus máximos logros. El ascenso en el ´91 ganando el viejo Torneo Regional. Perdió un año después la categoría en el Nacional B. Para luego retornar en el ´95 con otro ascenso al quedarse con el Torneo del Interior.

El Roly se despidió en el 2004 jugando como volante central. Aunque comenzó siendo un volante muy ofensivo, casi un delantero. Luego lo colocaron de 10, hasta que Pablo Comelles llegó a San Martín en la temporada ´95-´96 para ubicarlo de cinco y allí encontró su puesto.

Como DT debutó en Del Bono y ganó el Oficial ´05, siendo la primera vez que el equipo Bodeguero terminó primero, con el agregado de que fue en forma invicta. Luego volvió a San Martín para ser el coordinador general de inferiores y allí se mantiene hasta la actualidad, siendo el entrenador de la cuarta división que este año comenzó a participar en los torneos de AFA, algo para lo que el Roly trabajó durante dos años.