Sobre el motivo de la preocupación por este fenómeno, los profesionales aseguran que la revolución hormonal que producen en el organismo para impedir que el espermatozoide fecunde al óvulo es tan grande que a futuro pueden producir alteraciones en el ciclo menstrual o generar problemas mamarios, por lo cual aconsejan no tomar más de dos veces por año. Las pastillas se venden únicamente con recetas médicas, pero en el Sindicato Argentino de Farmacéuticos aseguran que esto no siempre se cumple.
