El árbitro, Sergio Pezzotta (foto), estaba en el ojo de la tormenta en la previa al partido por todo lo que se dijo desde que se conoció su designación, ya que por ser juez del SADRA, que dirige Guillermo Marconi quien es en hincha de Independiente, se pensaba que otra vez San Martín podía ser perjudicado por el arbitraje. Pero nada de ello ocurrió y el santafesino demostró su categoría, experiencia y tuvo una labor excelente. Siguió de cerca cada jugada, sancionó bien cada falta, y amonestó tanto al que abusó del juego brusco como al que simuló infracción como le ocurrió a Riaño cuando se tiró buscando el penal. Tras el partido varios jugadores lo fueron a saludar por su desempeño y destacaron que no incidió en el resultado.
