De los pacientes con diabetes que pasan por el Consultorio del Pie del Diabético, en el Hospital Rawson, un 10% sufre amputaciones en los miembros inferiores. Esto, a pesar de que se puede prevenir. Los datos fueron difundidos por esta sección del hospital que se abrió hace un año y que se dedica a atender a personas con diabetes que tienen los pies lastimados, uno de los problemas más frecuentes en esta enfermedad. Por allí pasan unas 80 personas por mes que llegan luego de haber sido derivadas por sus médicos de cabecera.

Para el diabético, los pies es la zona de más riesgo por los problemas de circulación de la sangre y la falta de sensibilidad que produce esta enfermedad. Por ello suelen lastimarse con frecuencia y contraer infecciones. El riesgo está en que la falta de sensibilidad hace que el paciente no se dé cuenta de que se lastimó y que la mala circulación favorece que la herida se infecte porque tarda más en cicatrizar y que se acelere el proceso de infección, desencadenando una gangrena.

Para tratar mejor a estos enfermos es que se decidió abrir un consultorio interdisciplinario, hace un año. Por allí, al mes pasan unos 20 pacientes por semana. De éstos, el 10% sufre amputaciones por trastornos en las extremidades. Según dijo Martín Sasul, uno de los especialistas del consultorio, el 7% de las amputaciones son mayores, es decir que incluye el corte de pie o pierna, y el otro 3% son amputaciones menores, como el corte de dedos o parte del pie. Lo preocupante es que este tipo de pacientes no toma conciencia de lo importante que es cuidar esta parte del cuerpo, ya que más del 50% de las amputaciones por esta causa se puede evitar sólo con seguir algunas recomendaciones, que es lo que damos desde que el consultorio se abrió’.

Según los especialistas, al menos el 90% de los diabéticos genera problemas circulatorios y falta de sensibilidad en las extremidades. “Por eso es tan importante cuidarse y además, hay que estar atentos a todos los síntomas. Ante cualquier cosa extraña que se observe, hay que consultar al médico de inmediato”, dijo Manuel Martín, otro de los especialistas del consultorio. Cuando llegan a este lugar, además de realizarles un tratamiento con medicamentos, se les enseña los cuidados que deben tener para evitar una amputación. Según las estadísticas que manejan en este área del Hospital Rawson, son los pacientes diabéticos de más de 40 años los que suelen comenzar con trastornos en los pies y los mayores de 50, a padecer las amputaciones.

Martín agregó que, si bien las personas con diabetes son los primeras que deben extremar los cuidados de sus pies, los especialistas también deben fomentar esa actitud. Dijo que son pocos los diabetólogos que les revisan los pies a sus pacientes, cosa que debería formar parte de cada consulta. Por eso recomendó a los enfermos que cuando vayan al médico que los atiende, pidan que les revisen los pies.