“Algo especial que va mas allá de la casualidad”. Así define Mario la relación que lo une a los originales Pimpinela. Donde trabaja actualmente, ejerce el mismo oficio que tenía Joaquín Galán hace algunos años. Los problemas de salud de Lucía, son los mismos de Ana, su mujer y co-equiper. Y hasta para las presentaciones, sin querer, se visten exactamente igual. Todo comenzó como una colaboración para una escuela que necesitaba gas. Se juntaron entre padres, algunos disfrazados, pero Ana y Mario decidieron caracterizarse como los “Pimpi”. Mario ya tenía a barba, sólo faltaba que Ana se tiñera el pelo rojo. Fue todo un éxito su interpretación. Comenzaron a presentarse en algunos escenarios a los que, sin buscar, fueron convocados. Desde hace ya 4 años hacen esto de forma cuasi profesional y ganan dinero. Hasta se presentaron en el casting de Sábado Show, donde el productor les preguntó, casi como una confirmación, si estarían dispuestos a viajar a Buenos Aires. Los Pimpinela Sanjuaninos sienten que casi han perdido su identidad, ya que familiares, amigos y en la calle les dicen los “Pimpi”.
