Sebastián Piñera, fue el primero de los cuatro aspirantes a la jefatura política de Chile en presentarse a sufragar en la mesa 126 del Liceo Cervantes, de Santiago, acompañado por su esposa Cecilia Morel, y luego dirigió un mensaje de saludo y agradecimiento a sus seguidores.

Con una amplia sonrisa, Piñera se prestó para las fotos con la boleta de votación en mano, ingresó al cuarto secreto y tras marcar su candidato mostró en alto su pulgar entintado para completar el voto, un gesto característico en las costumbres políticas de Chile.

“Quiero agradecer el apoyo, el cariño que nos dieron millones de chilenos a lo largo del país. Estamos con una sensación de gratitud por el aliento, los gestos”.

“Sentimos que hay millones y millones que han puesto sus esperanza de una vida mejor y a ellos les decimos que vienen tiempos mejores para Chile, muy especialmente para los que mas necesitan un buen gobierno”, enfatizó a la salida del local de votación.

De 60 años, casado con Cecilia Morel y padre de cuatro hijos, Sebastián Piñera -que siempre invoca a Dios en sus discursos- proviene de una familia en la que varios miembros colaboraron como ministros o asesores de seis de los últimos siete gobiernos y cuyo patriarca, el embajador ante la ONU José Piñera, fue agente de la CIA, según documentos de ese organismo.