RELAJADO. Desde que cerró la peluquería, Poli Licata disfruta de una nueva vida de relax junto a su esposa, y a la espera de la llegada de su cuarto nieto. 

Proviene de una familia de peluqueros profesionales destacados de la provincia, pero a la profesión le agregó su impronta logrando convertirse en un ícono reconocido a nivel internacional. Tras más de medio siglo dedicado a resaltar la belleza femenina, decidió bajar la persiana, aunque sin abandonar del todo su pasión. Es Poli Licata, quien por cuestiones económicas y personales decidió cerrar su archiconocida peluquería.

Dijo que la decisión no le resultó "tan difícil" porque, con 65 años, sintió que ya era hora de cerrar una etapa y comenzar una nueva en la que lo más importante es disfrutar la vida junto a sus afectos.

Independencia. En los "80, Poli Licata abrió su primera peluquería en calle Jujuy, en Capital.

Los avatares de la pandemia y de la crisis posterior lo apuraron para que tomara una decisión que ya venía barajando. Es que con 65 años sintió que no debía dejar pasar más los cambios y que hay que animarse a hacerlos a tiempo para poder disfrutarlos. "Con la pandemia se pararon el mundo y mi rueda de hámster donde corría rutinariamente y sin descanso. Esto me sirvió para darme cuenta de que me estaba olvidando de vivir, de sentir la vida de otra manera. Sentí la necesidad de cuidar mi salud, mi alimentación, de disfrutar de las pequeñas cosas que tenía olvidadas como tomar mate y regar las plantas. Y quise hacerlo a tiempo para poder disfrutarlo, y no cuando ya los años y la salud te pasan factura. Esto no quiere decir que no haya sido feliz durante los 51 años que me dediqué a la peluquería, pero es una etapa que ya debía cerrar. Ahora me dedico a disfrutar más la vida", dijo Licata.

En la FNS. Por 10 años formó parte del staff de la FNS produciendo tanto a las candidatas a reina como a los artistas que actuaron en los espectáculos finales. 

A los 14 años dio sus primeros pasos en el oficio como ayudante de su padre, el reconocido peluquero Francisco Licata, pese a que su vocación era el diseño. Con el correr de los años comenzó a "amar" esta profesión pero sin dejar de sentir el gusto por diseñar. Fue así que logró combinar estas dos pasiones, logrando saltar a la fama como creador de nuevos estilos. No por nada el slogan de su negocio fue "Descubrí tu cambio". "Empecé a aplicar el diseño a la peluquería, diseñando técnicas de corte y cortes para destacar las cualidades del rostro de cada persona. Esto fue lo que me llevó a tener reconocimiento fuera de la provincia y del país", sostuvo.

En los "80, Poli se coronó Campeón Argentino de Corte y fue el empujoncito final para independizarse del negocio familiar. Inauguró su primera peluquería a la que bautizó "Salón Poli", nombre que perduró hasta el final. Desde entonces se mudó 9 veces a diferentes salones que alquiló, y con mayor amplitud, por la creciente demanda, impulsada también por sus nuevo logros a nivel internacional. Fue elegido por Wella (empresa cosmética alemana) para sus cursos y lanzamiento de productos en Argentina. Ya en el año 2000 logró instalarse en un salón propio, en calle Aberastain, entre Laprida y Rivadavia. El mismo que ahora puso en alquiler para contar con una entrada de dinero extra, tras bajar la persiana. "Tras retomar la actividad después de la pandemia trabaje más con temor que con el placer que lo hacía antes. Temor y presión de tener todo en regla por si te caía una inspección de la AFIP o del municipio. A esto se sumó lo difícil que fue que repuntara la actividad en el marco de la crisis. Por eso decidí bajar la persiana, aunque sin alejarme del todo de mi profesión, sobre todo por fidelidad a la clientela que me siguió siempre", dijo Licata.

Solidario. Poli integró el grupo "Amigos del Sol", con excandidatas a Reina del Sol, diseñadores y maquilladores, que organizaba desfiles a beneficio de otros. 

El estilista contó que ahora corta y peina a domicilio, mientras que a sus clientas "regalonas" que viven lejos las atiende en su casa, donde improvisó una peluquería. Dijo que gracias a esto no extraña su vida profesional anterior y que aprendió a descubrir una vida nueva. "No es lo mismo estar 8 horas en la peluquería esperando que entre una clienta a organizar los turnos para trabajar un par de horas y dedicar el resto del día a vivir. No me arrepiento de haber cerrado el negocio y estoy entusiasmado con lo que viene, que es descubrirme como ser humano, conectarme con la naturaleza y disfrutar cada momento con mi familia", dijo el estilista.

Sede propia. En el 2000, Poli compartió con su padre la inauguración de la peluquería en un salón propio.

Ante todo, Licata se reconoce como una persona agradecida por haber podido vivir de la profesión que lo apasionó desde chico, de contar con la compañía y apoyo de Sara, su "compañera incondicional" de vida y de trabajo, y de haber podido mostrar su veta artística y solidaria a través de la peluquería.

Por 10 años integró el staff de la Fiesta Nacional del Sol y no sólo lookeando a las candidatas a reina, sino también participando de la puesta en escena del espectáculo final con su sello personal. En una de las ediciones, diseñó y confeccionó 70 pelucas diferentes para esa ocasión.