En una esquina de la plaza 25 de Mayo estaban los chicos con campera blanca y las iniciales de la Escuela Boero, especialidad Electromecánica. En la otra, estaban los de campera azul con las siglas del Colegio Nacional. Los estudiantes, eternos rivales escolares, estaban ubicados como si fuese a producirse un enfrentamiento. Sin embargo, en pocos minutos comenzaron a mezclarse y hasta se animaron a posar juntos para la foto de DIARIO DE CUYO. "Esto es como en el fútbol. Los hinchas de River no se pueden ni ver con los de Boca, pero todos se ponen la camiseta de la Selección", dijo Tincho, alumno de la Boero. Así, por primera vez, los estudiantes de estas escuelas que están en Capital se reunieron para trabajar en una muestra organizada por el historiador Edgardo Mendoza basada en la restitución de las Islas Malvinas por parte de la corona francesa, a fines del siglo XVII. La exposición se inaugurará mañana en la plaza 25 de Mayo a las 11,30.

"Con la Boero no pegamos onda. Pero nos interesó la propuesta y queremos demostrar que servimos para algo", dijo Franco García, que cursa el quinto año del Colegio Nacional. Los más de 70 adolescentes que forman parte de esta actividad coincidieron en afirmar que la rivalidad entre ambas escuelas es histórica y que más de una vez hubo enfrentamientos y riñas callejeras. Sobre todo en la Plaza 25 de Mayo, que ahora será sede de una muestra de la que ellos serán los guías. Pero ayer, durante el primer encuentro, la paz empezó a reinar. Si bien no se mezclaron de inmediato, algunos hasta se animaron a saludarse y a intercambiar algunas palabras. "Es una cuestión de patriotismo, como el fútbol: por las Malvinas tenemos que reunirnos. Esta es una oportunidad para que la gente grande entienda que la juventud no está perdida y que todo depende de que las propuestas de los adultos sean atractivas", dijo Maximiliano Marmolejo, del Nacional.

Este encuentro pacífico se dio por casualidad. Fue cuando Edgardo Mendoza pasaba por la plaza y vio a un hombre que les decía a los adolescentes que eran vagos y no servían para nada. De inmediato Mendoza le propuso al grupo de estudiantes del Nacional que trabajaran en su proyecto histórico para demostrarle a la gente que podían hacer cosas útiles. Los chicos aceptaron el desafío. El profesor llegó con la misma propuesta el día después, pero a un grupo de alumnos de la Boero. "Es importante que ellos eleven su autoestima y que sientan que la plaza puede servir para muchas cosas más que juntarse a tomar una gaseosa o jugar al truco", dijo Mendoza. El debut de los chicos como guías de una exposición histórica será mañana y están tan entusiasmados, que desde hace varias semanas vienen estudiando todo sobre Malvinas.