Persianas bajas. Fuera de las actividades exceptuadas, el comercio local acató la disposición oficial que dispuso la cuarentena obligatoria desde la medianoche de ayer.

Cuando ya entró en vigencia la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno nacional en un intento por frenar el contagio en la población por el coronavirus, en el sector comercial en la provincia estiman que en promedio, entre los días que tuvieron abiertos los negocios y el cierre total hasta el 31 de este mes, tendrán una caída en las ventas que promediará el 80%. Pero a pesar de esa crítica situación en ninguno de los ámbitos consultados hablan de tener que despedir personal por el parate económico.

"Los comerciantes han librado cheques esperanzados en las ventas y ahora en muchos rubros se encuentran que tendrán los negocios cerrados hasta fin de mes", advirtió Hermes Rodríguez, de la Cámara de Comercio.

Los rubros que están más afectados por la medida nacional son, por ejemplo, indumentaria, calzado, jugueterías, gomerías, por citar algunos, porque los únicos que están autorizados a funcionar son supermercadores y almacenes, farmacias y estaciones de servicio.

La mayor preocupación es que, a pesar de las persianas bajas, en muchos casos tendrán que hacer frente al pago del alquiler, impuestos, servicios como agua, luz y teléfono y, por supuesto, el pago de los sueldos de los empleados. Incluso la titular del Sindicato de Empleados de Comercio en la provincia, Mirna Moral, pidió ayer que "la prioridad de los comerciantes debe ser el pago de los salarios". Y no son pocos los que advierten que si no hay ayuda oficial el próximo mes no podrán hacer frente al pago de esos compromisos.

Desde la Federación Económica, Dino Minnozzi, sostuvo que "ahora la prioridad son la medidas para evitar los efectos de la pandemia, pero cuando esto pase vamos a apuntar con toda la artillería a buscar salir del impacto económico que vamos a tener". El dirigente recordó que "siempre el sector privado es el más castigado, y es el que abastece los servicios, brinda alimentos, levanta las cosechas, pero no queremos genera más incertidumbre ahora y por eso vamos a esperar que esto pase".

Marcelo Vargas, dirigente de la Cámara de Comercio del Interior, habló de que "muchos comerciantes viven de su trabajo diario, no tienen plata guardada y han comprado mercadería y ahora deben hacer frente a los cheques y no tienen cómo".

El referente de la Cámara de Comercio de Caucete, Luis Agulles, recordó "el gran esfuerzo que están haciendo los comerciantes, pero la gran pregunta es cómo vamos a salir de esta crisis". Por eso dijo que "va a hacer falta que las empresas de servicios tengan una contemplación con el sector, porque no podremos hacer frente a los pagos".

Darío Minnozzi, referente del Centro Comercial de la Ciudad de San Juan, habló de la necesidad, cuando pase la cuarentena obligatoria, de aplicar un plan de reactivación económica, en el que participen el sector privado, el sindicato y el Gobierno provincial. El acuerdo debería incluir medidas como la suspensión del cobro de intereses en los pagos atrasados y el aplazamiento de los vencimientos de impuestos y servicios".

Frente a los pedidos del sector, el secretario de Industria y Comercio, Alejandro Mestre, dijo que "desde el Gobierno no hay desconocimiento de la situación por la que atraviesa el sector". Pero aclaró que "la prioridad por el momento es cuidar la salud de la población y reducir al máximo la posibilidad de contagio de la enfermedad en la gente". Y adelantó que desde la administración provincial trabajan en un paquete de medidas de ayuda para la actividad económica, que se va a dar a conocer en los próximos días.

Desde el sector comercial, los referentes de la actividad confían en que habrá ayudas para poder salir adelante de los efectos del parate económico actual.

Operaciones

2,6  Fue el porcentaje de crecimiento de las ventas en el comercio sanjuanino en febrero pasado. Con esa cifra sumó tres meses con un incremento en las operaciones.

  • Recomendaciones a la hora de comprar

En las actuales circunstancias y cuando está en riesgo la salud de la población, desde el sector comercial hay adoptado una serie de medidas para evitar el contagio de la enfermedad. Entre las recomendaciones a considerar figuran mantener una distancia de metro y medio entre los carros en la línea de cajas, que vaya sólo una persona por familia para adquirir los productos. La única excepción a lo anterior es cuando se trata de una persona mayor, que necesidad ayuda, por ejemplo para desplazarse. También se han dispuesto horarios especiales para las personas mayores de 65 años, como son la primera hora de atención al público en los negocios. Otra ayuda que se pide a la población es que no compre de más, porque está asegurado que los negocios que expenden alimentos van a funcionar con normalidad. El riesgo es provocar el desabastecimiento de mercadería, aunque desde el sector supermercadista aseguran que eso no va a suceder. Algunos comercios también hay puesto restricciones para las ventas, por ejemplo no más de 3 unidades por cliente en determinados artículos.