Bastó que Casilda Vega hiciera la propuesta para que el municipio de Rawson aprobara la construcción de un lugar donde se combinará la fe con el esparcimiento. Se trata de una ermita en honor a la Virgen de Schoenstatt, que estará en la esquina de General Acha y Sabatini. Y que será el primer santuario en la provincia donde se podrá rezarle a esta advocación mariana de Alemania. Dicen que el mes que viene quedará inaugurada.
Andrea González, la arquitecta a cargo de la obra, dijo que el 70% de la misma ya está lista. Contó que se terminó el muro de ladrillo de 2 metros de alto por 2 de ancho, donde se entronará el cuadro con la imagen de la Virgen; los cuatro bancos de hormigón, y los 100 metros cuadrados de piso. Y que sólo falta concretar los trabajos de iluminación, parquización y cultivo de flores para que el santuario también cumpla la función de paseo. Motivo por el cual también se eligió esta esquina para la construcción del mismo.
‘Nos pareció buena idea la de hacer esta ermita en la esquina de calle General Acha y Sabatini, zona donde había un terreno municipal que estaba sin usar y que muchos utilizaban como estacionamiento -dijo Jorge Guzmán, director de Parques y Paseos de la Municipalidad de Rawson-. Aceptamos la propuesta de la señora Vega, vecina del lugar y miembro del grupo de oración de la Virgen de Schoenstatt, y comenzamos a trabajar de inmediato. El municipio cedió el terreno, los materiales y la mano de obra para este trabajo‘.
Según los cálculos oficiales este santuario quedará inaugurado a mediados de julio para que el 18 de ese mes (como el de los demás meses) todo el que desee pueda venerar a la Virgen en su casa propia. Hasta ahora sólo podía hacerse en la Iglesia de La Merced, donde se reúne el grupo de oración y misionero de esta advocación mariana.
‘El 18 de agosto es el día de esta Virgen, por eso los 18 de cada mes nos reunimos para rezar el rosario en su nombre -explicó Casilda Vega, la impulsora del proyecto del santuario-. Pero quienes integramos el grupo nos propusimos acercar sus bendiciones a todos quienes lo solicitaban. Decidimos que el cuadro que contiene su imagen comenzara a peregrinar por los hogares de diferentes familias. Ahora, tendrá su propio santuario. Algo que le prometí para agradecerle un milagro que me concedió hace un tiempo‘.
Casilda contó que una mañana, junto a su nieto, protagonizó un accidente de tránsito. Pero sin que ninguno de los dos sufriera ni un rasguño. Afirmó que el ‘milagro‘ se dio por la medallita de la Virgen de Schoenstatt que llevaba en su cuello. Contó que su caso forma parte del libro que contiene testimonios de personas a las que esta Virgen les concedió un milagro, y que también se exhibirá en el santuario.