�‘’Cuando las cosas prenden en el cliente, te las demandan y eso nos obligaría a comprarlas. El Vino Turista es muy poco reconocido por la gente y te diría que prácticamente ni saben que existe’’, contó Cristian Páez, de La Faustina. Este local tuvo en su carta de vinos el Turista pero dijeron que lo dejaron de vender por ‘’la falta de demanda’’. En tanto que Belén, de Tía María, agregó que ‘’ofrecemos todos vinos de San Juan, y si la gente pidiera el Vino Turista, lo traeríamos, pero nadie lo hace y eso nos desalienta’’.
Los restoranes son el eslabón final de este programa del INV. Pero antes deberían estar aceitados dos canales que nunca lo estuvieron: el de difusión, que es responsabilidad del INV y el de venta, que aquí en San Juan sólo hay uno que lo distribuye y es la bodega Fecovita.