Los sanjuaninos tenemos características muy particulares a la hora de expresarnos. Utilizamos palabras que nos identifican como cuyano pero hasta fuimos adaptando un léxico que, en algunas situaciones, sólo nosotros entendemos.

Para responder a los cuestionamientos de por qué los sanjuaninos hablamos así, de dónde vienen los modismos y cuáles son los términos que más usamos, el reconocido doctor en Filosofía y Filología de la Universidad de Moscú, Juan Mariel Erostarbe, dio una explicación que no tiene desperdicio.

El prestigioso letrado sostuvo que a San Juan llegaron inmigrantes principalmente de España con sus costumbres y las adoptadas de otros países, y que evidentemente influyeron. “De Chile también ingresaron algunas expresiones que, a su vez, recibieron de Perú por el Virreinato del Río de La Plata”, dijo y agregó que impactó a través de la Cordillera.

Para ejemplificar el origen, Mariel Erostarbe citó a Neruda: “Se llevaron el oro de América y nos dejaron el oro del idioma”.

En base al legado que tuvimos los sanjuaninos del idioma español, se puede indicar que hay palabras que fueron acogidas y hasta cambiadas a través del tiempo. Cabe destacar que los idiomas inca y quechua también influyeron y algunas palabras aún perduran.

Una de las justificaciones de la tonada “llorona” del sanjuanino es que en la montaña “se habla diferente de los que viven en la llanura”. Los montañeses deben alargar las palabras para que se entienda por una cuestión histórica y geográfica.

 

Chanchito (bicho bolita): La gente recurre a la similitud del insecto con un animal que conoce, obviamente con diferentes dimensiones.

Columpio (hamaca): es el sustantivo del verbo columpiar que significa subir y bajar. Tiene origen del griego y fue adoptado por los chilenos y posteriormente, por los sanjuaninos.

Curarse (emborracharse): está relacionado con la “cura de las penas”. Cuando se pierde la conciencia por la intoxicación, los gauchos aseguraban en el siglo XIX que las pulperías eran lo mismo que las farmacias: “Deme una ginebra, a ver si se me cura el dolor”.

Chinchudo (persona enojada): proviene de la chinche y es una forma de copiar de los animales e insectos alguna propiedad.

Praliné (garrapiñada): es una palabra con origen francés que es acuñada por los chilenos mientras que en otros lugares de Argentina y Uruguay dicen garrapiñada.

Mijito: es una forma de apocopar el idioma y demostrar la afectividad de los hablantes.

Gorreao: es la mala pronunciación de gorreado, que sería una persona a quien "le pusieron el gorro". Antiguamente en las fiestas, había pocas mujeres y los hombres debían turnarse para bailar con ellas. Por esto es que, si alguno quería bailar, buscaba un pareja que llevara mucho tiempo juntos y se sacaba su sombrero o "gorro" y se lo ponía al otro hombre como señal de que era su turno. De aquí, que el que cambia de pareja le pone el gorro.

Tení / Sabí/ Querí: se trata de una costumbre chilena de modificar el idioma.

Hablar en capicúa – ej. “Ya estoy yendo ya”: es una manera de reforzar el discurso. Cubrir un espacio a la hora de hablar.

Los artículos antes del nombre – ej. “El Juan”: se utiliza cotidianamente pero antes se refería a una persona distinguida o para una diva. Posteriormente se fue deformando y quedó de una manera chabacana. El sujeto es mencionado como objeto.

A la final: son licencias que se toma la gente para utilizar una frase que debería ser “al final”. Son malos usos de las palabras.

Que’sto que l’otro/ Pa’qué/ Velo’ve: recursos discursivos de los sanjuaninos para abreviar una frase más larga.

Otras expresiones

  • Chocho (contento)
  • Ir a la chapa (velocidad)
  • Marca chancho (segundas marcas)
  • Chulió (erró)
  • Catita (vaquita de San Antonio)
  • Comepiojos (mantis)

El perfil de Juan Mariel Erostarbe

Mariel Erostarbe tiene 74 años; ha escrito 41 libros, se recibió de doctor en Filisofía y Filología de la Universidad de Moscú; es un ferviente investigador de la historia de Sarmiento, su tesis doctoral fue en base a las misivas que se enviaba con su hija Faustina y fue profesor de la UNSJ de las cátedras Literatura I y II.