Por María del Carmen Reverendo (escritora a quien la Sociedad Argentina de Escritores, filial San Juan, le otorgará el premio Faja de Honor).

Entre tapa y contratapa, en cualquier tamaño y calidad, las páginas de un libro encierran todo el saber de los siglos e iluminan las mentes y el espíritu para dar sentido a nuestras apetencias intelectuales. Es noble. Siempre va con nosotros y no necesita de aparatos y enchufes eléctricos. Sólo se mantiene cerrado cuando espera que su luz, desde sus páginas brillen y alimenten nuestro intelecto.

Aunque hayan nuevas tecnologías, ese libro manual nos acompaña en viajes, enfermedades, esperas. Hasta nos acompaña cuando ya vencidos los párpados, queda entre nuestras manos, para el sueño reparador.

Es un amigo fiel que nos da su mensaje y en nuestra comprensión armamos una amistad perdurable, cuyas palabras nos brindarán esa respuesta a múltiples interrogantes cuando sabemos elegir bien el tema. El libro estará siempre dispuesto a ayudarnos para que evitemos yerros y alcancemos conocimiento. Será eterna su vigencia.