"Como en toda casa de familia, cuando los egresos superan los ingresos, empezamos a patinar. Y nosotros arrastramos un déficit mensual que debemos cubrir. Por eso, tuvimos que ajustarnos los cinturones y buscar recursos. Y ahí entró el plan de alquilar la casa", indicó el padre Román Becerra, vicario del Arzobispado y el responsable provisorio por la ausencia de monseñor Alfonso Delgado. Ayer, Becerra anunció que el Arzobispado tiene un déficit mensual de aproximadamente $12.500 y que para cubrirlo alquilará la casa que se encuentra al lado de su sede. Esto significará que las instituciones que se alojan allí, entre las que se encuentra Cáritas San Juan, deban buscar un nuevo lugar.
En el inmueble ubicado en Mitre 240 Este, además de Cáritas funciona la Junta de Catequesis, el Movimiento Círculos de la Juventud, los Scouts y el Servicio Sacerdotal Nocturno. Desde Cáritas dijeron que existe la posibilidad de mudarse a una casa parroquial, a la vez que la Junta y el Servicio Sacerdotal podrían funcionar en la Catedral. Los otros siguen buscando un espacio.
Aunque no precisaron cifras, los egresos pasan por sueldos, servicios, impuestos, seguros y ayudas económicas a parroquias necesitadas y congregaciones religiosas. Entre esos ítems, el mayor gasto son los $45.000 en sueldos de los 17 empleados (12 en el Arzobispado y 5 en el Seminario).
En la vereda de enfrente, los ingresos se generan por los aportes de la mayoría de las 44 parroquias de San Juan, la asignación de la Conferencia Episcopal Argentina, de donaciones y del alquiler de dos inmuebles: una guardería en calle Mitre y Entre Ríos y un local en un edificio de calle Rivadavia, antes de Sarmiento. Pero no alcanza para afrontar una pérdida anual que ronda los $150.000.
Según Juan Brozino, administrador del Arzobispado, la casa de dos plantas, 10 habitaciones, dos cocinas, un salón de reuniones y garaje, puede alquilarse en $8.000. El resto que falta para cubrir el déficit saldrá de un mayor aporte de la cuota mensual de las parroquias, un canon que se establece por consenso entre el Arzobispo y los párrocos, en función de los ingresos y egresos de cada una. "Por ejemplo, yo hasta junio pagaba $200, pero en julio pagaré $400", graficó Becerra, quien además es párroco en La Merced.
La mayoría de las parroquias se mantiene por el cobro de sacramentos, el alquiler de bienes, y donaciones; y otras tienen a su vez colegios parroquiales.
El problema financiero del Arzobispado no es nuevo, ya que lo arrastra desde el año pasado. Si hasta monseñor Delgado sacaba parte de su sueldo para pagar gastos generales, según confesaron. "Pedirles a nuestros hermanos que dejaran la casa fue muy doloroso. Pero, de momento, no tenemos otra opción", cerró el padre Román.