‘Lloraba a los gritos. Tenía la boca muy abierta y me apretaba el brazo. No sabía qué le pasaba, al principio le di agua para calmarlo. Pero como me decía que le quemaba, lo metí debajo de un surtidor de la desesperación, para que bebiera más rápido‘, dijo Gabriela Silva, al describir el momento que vivió cuando se dio cuenta que su hijo de 1 año y 8 meses, había tomado ácido para baterías. El niño, llamado Tiziano Espejo, recibió el líquido de su hermana y su tío, de 4 y 5 años respectivamente, quienes confundieron el ácido con jugo, mientras jugaban, en Caucete. Tras la ingesta fue internado en Terapia Intensiva del Rawson y se encuentra estable.
‘Fue una travesura. El domingo, los chicos jugaban en una habitación donde guardo las herramientas y encontraron una botella con ácido que compré para arreglar una moto. La confundieron con jugo y se la dieron a Tiziano porque les pedía agua‘, dijo Daniel Espejo, el abuelo del nene.
La familia del niño contó que ni bien bebió el ácido, vomitó y empezó a llorar. Se dieron cuenta qué había ingerido porque tenía la ropa carcomida. Inmediatamente lo llevaron al hospital de Caucete, desde donde lo derivaron al Rawson rápidamente. Allí le hicieron una traqueotomía y quedó en Terapia Intensiva. “Nos atendieron tan rápido, que por eso Tiziano no tuvo lesiones graves‘, dijo el abuelo y contó que el niño sufrió quemaduras en el esófago pero que afortunadamente no tenía lesiones graves en el sistema digestivo. Mientras que Gabriela explicó que los médicos le dijeron que seguirá en Terapia unos días más para control, pero que se encuentra estable. Por el fuerte dolor, tuvieron que sedarlo y esperan que hoy comiencen a retirarle los calmantes. “Lo bueno es que está estable y ya respira solito”, dijo la mamá.