Hilda Damiani no daba abasto con el trapo y secador, en Brasil casi Alem. Mientras secaba una parte de la vereda, el paso de un auto salpicaba otro sector. ‘Esto es una vergüenza; seguro que todo viene del sifón de la 9 de Julio y Santiago del Estero’, se quejaba. Y no se equivocó. En esa esquina hubo un tapón de basura en la cuneta y el agua de regadío empezó a correr calles abajo, afectando a seis cuadras; mientras que en Concepción, el cruce de avenida Rawson y Santo Domingo (y sus inmediaciones) se inundó por un caño roto.
Estos dos inconvenientes se sumaron al de la Central y al de Tucumán y Benavídez, por lo que ya van 4 casos de calles inundadas en apenas dos semanas.

Ayer, el problema surgió cuando el agua que circulaba con fuerza por la cuneta juntó la basura que arrastraba en el codo de 9 de Julio y Santiago del Estero y rápidamente el nivel del líquido alcanzó la calle. Como un río, comenzó a avanzar por la Santiago del Estero, el agua bajó por Brasil y se extendió hasta el cruce con Mendoza. En tanto que en cada boca calle hubo amplias ‘lagunas’, que obligaron a los automovilistas a circular con precaución y a peatones a dar amplios rodeos. Según los vecinos, el problema está relacionado a que la gente sigue largando basura a las cunetas y también a la falta de mantenimiento, por lo que apenas largaron el agua de regadío se inundó el sector (este servicio estaba suspendido desde marzo pasado, ya que fue una medida preventiva en la lucha contra el mosquito que transmite la Enfermedad de San Luis). Tras el destrabe del tapón a media mañana, el agua no corrió más por las calles y sobre el mediodía ya sólo quedaba humedad.

Pero ese no fue el único inconveniente con el agua ayer. En avenida Rawson y Santo Domingo, justo entre los bulevares, se rompió un caño hacia una conexión domiciliaria y el sector se inundó. Y OSSE tuvo que intervenir, cavando un pozo de más de 2 metros de profundidad para reparar la fuga.