�En el túnel del Mont Blanc, los transportes pesados que lo transitan forman parte de convoyes especiales acompañados, que incluyen una pequeña dotación de bomberos. Los transportes pesados de mercancías peligrosas tienen prohibido transitar por el túnel y el resto de camiones han de ser inspeccionados antes de su acceso, lo que incluye una medición de la temperatura de los frenos, ya que un sobrecalentamiento de este mecanismo fue lo que provocó el trágico siniestro de 1999. Los vehículos particulares representan las dos terceras partes del tráfico del paso, que es utilizado por una media diaria de 3.300 automóviles, a lo que hay que sumar 1.560 camiones y 44 autobuses. La cifra de negocios de la empresa franco-italiana que explota el túnel ascendió en 2011 a 162 millones de euros, frente a unos gastos de explotación de 845 millones de euros.
