El Subsecretario de Seguridad, Abel Hernández,  se mostró preocupado  en diálogo con Demasiada Información, en Radio Sarmiento,  por el crecimiento de los festejos secundarios conocidos como Último Primer Día. Según el funcionario, se trabaja para desarticular alguno de estas fiestas, muchas que cuentan con el aval de padres, por  no contar con habilitación y haber consumo de alcohol y drogas.

"Nos preocupa por  la presencia de menores en contacto con alcohol y otro tipo de sustancias.  Hay empresarios que aprovechan la situación y tratan de sacar provecho. Es raro el fin de semana que no tenemos una intervención en este tipo de eventos, que deja de ser una reunión privada, para ser una fiesta con entrada,  alcohol y en muchos casos pastillas", dijo Hernández.


"Estamos al tanto de fiestas de este tipo de fiestas que se van a realizar ahora. Cuando se detectan situaciones irregulares,  como lugares no habilitados, cobrando entrada y ofreciendo alcohol, se da intervención a la Justicia de Menores y se abre un expediente", explicó. 

Hernández afirmó que hay empresarios que organizan estas fiestas en lugares alejados para evitar la intervención de la policía y cuentan con el aval de los padres que pagan una especie de "opción" que arranca en los mil pesos. 

"Hoy habrá un UPD que es organizado por los padres", comentó respecto a las investigaciones que realiza la policía. "Cuando hay menores involucrados, el acta por la infracción se hace a los padres", agregó. 

El funcionario dijo que previo a la pandemia, algunos establecimientos educativos pidieron asistencia policial para contener a los alumnos que llegaron ebrios después de este tipo de festejos por el Último Primer Día. 

Qué es el UPD

El UPD se comienza a festejar una noche previa al comienzo de clases, con la condición de permanecer despierto hasta ingresar al colegio al día siguiente. El festejo originalmente comenzaba en una casa donde se reunían todos o algunos integrantes del curso, que luego se prolongaban durante la noche a plazas y/o parques cercanos al colegio y finalizaba en la puerta o en el patio de la institución a la que asisten, hasta la hora del ingreso escolar.  Sin embargo, ahora la tendencia es alquilar fincas y contratar un organizador de eventos a quien se le paga una opción que incluye música, luces, comida y bebida.