En el país hay unos 6.000 pequeños productores en situación de vulnerabilidad, sin calidad de vida. Estos deben integrarse a las cadenas de agronegocios para poder mantenerse en competencia. A instancias de la Coviar, el Gobierno nacional y los gobiernos de las provincias vitivinícolas, decidieron apoyar a productores con capacidad de desarrollar agricultura familiar empresarial.

La Coviar diseñó y ejecuta el Proviar donde los beneficiarios principales son los productores primarios y los establecimientos vitícolas, quienes deben liderar un plan e incluir acuerdos o contratos comerciales con los productores.

Así se otorgan aportes no reembolsables hasta por un 50% del valor del proyecto respectivo, y el aporte de contrapartida está a cargo de la empresa líder y los productores primarios. Cada productor recibe hasta 20.000 dólares. No recibe dinero, sino el valor en insumos, maquinaria, etc. Se controla con precios de referencia las adquisiciones realizadas por los productores en forma conjunta.

El Proviar asiste técnicamente a través de 140 ingenieros y técnicos agrónomos en todo el país. Este no es un proyecto de tipo asistencialista, sino de inclusión de pequeños productores en la cadena productiva. El programa creó 3 Centros de Desarrollo Vitícola y se fortalecieron otros 9 existentes. Estos captan a los viñateros. Hoy hay unas 200 instituciones formando parte de ellos.

Hoy 120 grupos han sido aprobados abarcando a 2.217 productores por 12.268 hectáreas de vid y con una superficie promedio de 5.5 hectáreas. Se pretende alcanzar un apoyo a 3.000 productores.

En el Noroeste argentino hay 49 grupos asociativos que reúnen a 906 productores que tiene bajo proyecto unas 3.428 hectáreas y cuya inversión es por 29 millones de dólares.