La iniciativa lleva muchos años de estudio y ya le llegó el momento clave: ponerse a estudiar los lugares candidatos para decidir dónde invertir 300 millones de dólares (más de 1.200 millones de pesos) para construir y emplazar 80 telescopios, armar un predio de 10 km2 y, antes del año 2020, empezar a buscar nuevas respuestas a, por ejemplo, cómo se originó el universo. Justamente San Juan es una de las dos candidatas del país, junto a Salta, para ser sede de este megaproyecto encarado por un consorcio científico integrado por 20 países, Argentina entre ellos. De ser elegida, la provincia será, junto a una ciudad africana, uno de los dos únicos lugares de todo el Hemisferio Sur donde se ponga en marcha.

Todo esto salió a la luz ayer, tras una visita que los jefes argentinos del proyecto le hicieron al gobernador Gioja. Quien está al frente de todo en Argentina, Alberto Etchegoyen, le contó además a este diario que el plan es tan grande que no sólo requerirá la inversión multimillonaria para construir los 80 telescopios, sino además un derrame de alrededor de 15 millones de dólares al año durante los 5 años que dure ejecutar esa construcción en la provincia sede.

La plata sale de entidades científicas y Estados de los países que conforman el Consorcio CTA (Cherenkov Telescope Array). Por parte de Argentina, los miembros inversores son el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación y la Comisión Nacional de Energía Atómica, de la que Etchegoyen es funcionario.

Según comentó el responsable del proyecto en el país, el área sanjuanina naturalmente candidata para emplazar este futuro campo de estudios es la zona aledaña al Complejo Astronómico El Leoncito. Las ventajas son tres: la calidad del cielo para la observación astronómica, la trayectoria del observatorio del lugar que avala los estudios hechos desde allí, y la disponibilidad de infraestructura para el puntapié inicial.

La decisión de la sede será tomada recién a fines de 2012 y, tras elaborar los prototipos de los telescopios, la idea es comenzar a construirlos a principios de 2014, durante 5 años. A la vez, estará elegida también la sede del Hemisferio Norte, donde se invertirá sólo un tercio de lo planificado para el Sur, dado que desde aquella parte del planeta no se puede observar con tanta claridad el centro de la galaxia.

Según explicó Etchegoyen, una vez construido el complejo, se hará estudios en una de las ramas más nuevas de la astronomía, que consiste en observar la energía de la luz. Y eso permitirá, entre otras cosas, generar hipótesis más ajustadas en torno a cómo nació y se desarrolló el universo.