A fin de bosquejar algunos números relativos a los derrames del Río San Juan,"y sus efectos en el Valle de Tulum, más las consideraciones publicadas de expertos en agricultura y riego por goteo, hemos resumido algunas de estas cifras como herramienta para provocar un análisis más pormenorizado y fundamentado, tanto técnico como político, de esta iniciativa", explicó Martínez.

"En el cuadro resumen -Infografía pág. 5-, hemos considerado como una medida promedio histórica que el Valle de Tulum dispone de aproximadamente 100.000 hectáreas para cultivos, en las décadas de 1920/1940, tenía concesiones del orden de 160.000 hectáreas, y en estos años se dispuso por ley otorgarles un módulo de riego -a manto- y a través de un sistema de canales y acequias que aun hoy es modelo, del orden de 1,6 litros por hectárea", indicó.

"En la base de datos de derrames del Río San Juan históricos, vemos que un derrame de época seca -promedio bajo de derrames-, puede establecerse aproximadamente en 1.300 hectómetros cúbicos anuales -hoy rondan los 850-".

Indicó que "se ha consultado bibliografía e investigaciones agronómicas sobre experiencias de las láminas de riego -por sistemas de goteo-, propicias para cada tipo de cultivo, en referencia a la existencia y prorrata histórica del valle, estableciendo una lámina anual promedio para goteo de 957 milímetros. El cálculo de la lámina se ha realizado tomando como prorrata un 50% de tierras para vides, 20% para olivos y otros frutales, y un 30% de ‘Otros’; que incluye todo el desarrollo hortícola no perenne", detalló.

"Hemos tomado una cotización mínima de referencia del orden de U$S 2.500 por hectárea, para la instalación de sistemas de riego presurizado -de distintos tipos para distintas regiones y cultivos- en la totalidad del Valle de Tulum, sin considerar un porcentaje bajo, pero no despreciable, que ya ocupa estos sistemas en la actualidad", explicó.

Además se ha calculado un monto del 10% adicional para inversiones que incluyen la modificación menor de sistemas de conducción superficiales que pueden y deberían servir para la conducción relacionada a los sistemas de riego presurizados. Asimismo, se ha realizado un ejercicio de costeo del parámetro"Energía Eléctrica" que involucra un costo operativo significativo. El cálculo de costo en energía e impuestos relacionados del bombeo para riego es un promedio adaptado a zonas de exclusivo riego desde acuífero con bombeo entre 60 y 100 metros de profundidad. Podría establecerse como un promedio "alto", con lo cual, el ejercicio es más conservador y guarda mejores posibilidades de mejora.

Por último, indicó Martínez, "se desarrolla un ejercicio del cálculo del ahorro relativo en la utilización de riego por goteo en reemplazo del riego a manto, alcanzando una fuerte referencia del 329%, que de confirmarse estaría fundamentando, incluso fuera de la consideración específica sobre la sequía, la conclusión de que el ahorro y mejora asociada en calidad y rendimientos del sistema de riego sería del orden de 1/4 de lo que hoy requieren los cultivos".

Un dato no menor es el uso del agua: el 92,1% la utiliza el agro sanjuanino, para el uso poblacional se destina el 2,7%, 4,3% para el uso hidroenergético y el 0,9% para la minería. Veladero consume el agua equivalente utilizada para regar una finca de 110 hectáreas. Entre Veladero, Pascua Lama, Gualcamayo y el Pachón poseen una concesión de 1.647 litros por segundo.

Es decir que con esta propuesta de inversión -U$S 275 millones-, se extendería en más de 50.000 las hectáreas bajo un riego más tecnificado y que resultase en mejoras de calidad y competitividad. Justo el equivalente a toda la superficie vitícola local.

Conclusión

Finalmente el geólogo Ricardo Martínez se preguntó: "¿No estaremos dejando escapar una oportunidad histórica de mejorar San Juan a partir de la mejora que la minería podría traer como actividad sustentable? ¿Existe mejor destino de los fondos provenientes de la explotación de recursos no renovables con mejor impacto en la economía de San Juan, que un aprovechamiento racional y técnicamente fundado del recurso hídrico?".

Para el empresario "San juan y Argentina tendrían para mostrar al mundo uno de los mejores ejemplos de sustentabilidad económica y social, si pudiéramos cumplir con un objetivo como éste, en un plazo de 10 a 20 años".

"Los diques y obras de conducción y reserva hídrica son muy importantes. Pero deben complementarse con la explotación racional del recurso para completar un circulo virtuoso que posibilite el crecimiento de las economías de zonas áridas como nuestras regiones".